Si algo dejó claro la semana pasada respecto la evolución del principal índice de referencia español, es que ya no nos encontramos antes un retroceso lógico del último tramo alcista, si no que, estamos ante una tendencia bajista importante que hizo perder la cota de los 8.200 puntos y que hará ver más tarde o temprano los 7.500 puntos, mínimos anuales.
Esta conclusión deriva de varios frentes: En primer lugar de la pérdida de la cota anteriormente mencionada, tan importante, de los 8.200 puntos que, además, coincidía casi a la perfección con el 61,8% del retroceso de Fibonacci. En segundo lugar, la directriz bajista que se obtiene al unir los máximos descendentes que se proyectan desde el pasado día 28 de octubre ha evitado en varias ocasiones la reestructuración al alza del índice español.
Si bien es cierto que si aplicamos el método de la regresión lineal sobre el indicador del volumen negociado a partir del día 28 de octubre se obtiene una pendiente negativa que nos da a entender que el volumen no está acompañando a las últimas caídas acometidas por el selectivo desde ese día, además, la proximidad del indicador RSI-14 a la zona de 30 podrían estar dándonos indicios de un simple rebote a la búsqueda de la directriz bajista que se puede apreciar en el gráfico adjunto.
De todos modos, el nivel de los 8.200 puntos volverían a suponer una fuerte zona de resistencia en el caso de superar dicha directriz bajista, aunque el escenario más probable en este momento es ver los 7.500 puntos.
José A. González
Analísta GestiBolsa
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