Psicología Bursátil



Tres elementos que determinan el timming de entrada en el mercado
Una de las preguntas que delatan que estamos ante un novato del trading es esa de "qué sistema usas". Es lógico, tenemos tan interiorizado que necesitamos un sistema para operar en bolsa que nos pasamos toda nuestra formación buscando uno que funcione.
No quiero decir con esto que no haya que sistematizar nuestra operativa, sino que eso de buscar un sistema tiene sus matices.
Soy consciente que las creencias son prácticamente imposibles de cambiar y en este sentido, la creencia de la búsqueda del sistema ganador es una de ellas. Por mucho que me esfuerce, se que fracasaré en mi intento, no obstante, intentaré dar mi opinión sobre cómo ha de plantearse la búsqueda de un sistema de trading.
Para empezar debemos diferenciar entre dos tipos de trading:
Por una parte tenemos los sistemas automáticos (o robots) que ejecutarán con precisión matemática aquellas hipótesis operativas que le hayamos ordenado y por otro tenemos el trading discrecional, que es lo que yo hago y donde las órdenes no se delegan,sino que es el ser humano quien asume toda la responsabilidad de las mismas.
En el trading de sistemas (o robots) tal vez si se podría plantear la búsqueda de un sistema ganador ya que entendemos que la variabilidad en el timming entre un operador y otro será prácticamente despreciable (aunque tenga también mis dudas al respecto) pero en trading discrecional esto es sencillamente imposible.
Pensad por un momento que el mínimo periodo temporal en un chart es el minuto. Incluso con un milimétrico y preciso timming que nos determine exactamente en que vela debemos ejecutar nuestra operación, tendríamos un marco de 60 segundos donde tomar esa decisión.
Probablemente si seleccionásemos a 10 traders que usen el mismo broker, mismo ADSL y mismas precisas instrucciones de un tipo de entrada, encontraríamos que después de 100 operaciones en pocas de ellas habrán coincidido. Es posible que las zonas, planteamientos o estrategias sean las mismas, pero el momento exacto de la ejecución seguro que variará.
Tom Williams suele decir que los mercados llevan funcionando igual desde hace 100 años y lo harán de la misma forma por otros 100. Yo creo que no le falta razón, el problema es que la forma en la que el mercado se expresa varía a lo largo del tiempo.
Con esto no quiero desilusionar al que esté empezando la aventura del trading, mi objetivo es animarle a que busque su forma de operar asumiendo la variabilidad intrínseca de este negocio.
Cuando explico las ideas de Wyckoff insisto en que es necesario que cada operador determine sus reglas de entrada y salida. Es decir, que cada uno se organice sus sistema, su timming. Aunque yo le ofrezca el mio como fuente de inspiración, cada persona tiene que trabajar en su forma de operar. Una de las cosas que trato de transmitir es que ese sistema debe tener al menos los siguientes tres elementos:
1) Un elemento que desate la posibilidad de operación. Lo suelo llamar "interruptor" porque es aquello que enciende la posibilidad de que puede venir una operación. Aún no operamos pero el momento del trade está cerca.
2) El cumplimiento de un requisito mínimo. Una vez que se desata la posibilidad de operativa, debemos exigirnos el cumplimiento de algo, es decir, que se recupere algún nivel precio clave, que se mantenga por encima o por debajo de una media o de otro indicador, que el estocástico se gire, que el MACD caiga, etc...hay múltiples posibilidades pero tenemos que esperar a que suceda algo que de alguna manera "confirme" que lo que desató nuestra posibilidad de operación se cumple.
3) El timming exacto en que le damos al botón. Esto, lógicamente, es lo que marcará la diferencia y por eso cuesta tanto concretarlo. Mi consejo es que confíe en su intuición, en esa intuición derivada de la experiencia. Si se cumplió el interruptor y el requisito mínimo, no debe ser muy exigente en este tercer punto. Tiene que evitar el sobre análisis porque eso le llevará a la parálisis. Tiene que tirarse a la piscina, asumir que igual se equivocó y no pasaría nada. Si realmente el interruptor y el requisito mínimo están construidos sobre cimientos sólidos, a la larga tendrá operaciones ganadoras que le permitirán gestionarlas para tratar de sacar algo más de media de lo que pierde. Si por lo que sea se equivocó, el stop hará su trabajo, no debe preocuparse.
Cómo ve, esto del trading no consiste en buscar un sistema ganador, sino más bien de construirse su sistema ganador, así que le animo a que trabaje en esa dirección y se cuestione si tiene establecidas estas tres variables que le planteo.
¿Cuánto dinero necesito para vivir de la bolsa?
La actual situación económica lleva a más de uno a aproximarse al mundo de los mercados financieros buscando una fuente de ingresos alternativa ante un mercado laboral deprimido y con poca capacidad de recuperación. Una posibilidad repleta de riesgos y dificultades que deja a muchos en la cuneta y que se encuentra muy lejos de los anuncios de dinero fácil y rápido que circulan por la red.

Este artículo no quiere desanimar a aquellos que se acerquen a los mercados con el fin de buscarse la vida pero si me gustaría realizar un enfoque que haga reflexionar al lector y que puede permitir ahorrar tiempo, salud y dinero. Vamos a realizar un pequeño ejercicio en el que estimaremos el capital que necesitaríamos para vivir de los mercados en base a unos rendimientos estimados y objetivos deseados. De esta manera consideramos que “vivir de los mercados” es una actividad empresarial como otra cualquiera (un comerciante, un taxista,….) para la que necesitamos un capital inicial y de la que esperamos obtener unos rendimientos en base a unas estimaciones que hemos realizado.

Al igual que cualquier otra empresa nuestra facturación no será lineal y habrá espacios de tiempo donde los ingresos no cubran los costes y presentemos pérdidas. Lógicamente también habrá periodos de ganancias que buscarán compensar las pérdidas anteriores y obtener un beneficio. Imagínense que conseguimos desarrollar un sistema de inversión que 8 de cada 10 años consigue ganar un 30% mientras que pierde en 2 de cada 10 años un 10%.

Quizás no les parezca demasiado pero tengan en cuenta lo siguiente. Si hubiéramos invertido 100 euros de 1.965 en el índice bursátil S&P 500 incluidos dividendos habríamos obtenido 6.313 euros en 2.011, una rentabilidad anualizada del 9,42%. Si esa misma cantidad se la hubiéramos dejado a Warren Buffet durante el mismo periodo el resultado habría sido de 490.864 euros o lo que es lo mismo una rentabilidad anualizada del 20,29%.Si hubiéramos utilizado el sistema, en el 55% de las 100 simulaciones realizadas habríamos superado a Warren Buffet, uno de los inversores con mejor resultado de todos los tiempos, y en media habríamos acumulado un capital de 886.925 euros, una rentabilidad anualizada del 21,84%.
 

Bien, el sistema les convence y deciden ponerlo en práctica de forma profesional.Para ello se establecen un sueldo anual bruto de X (sin incorporar impuestos por rendimientos de capital mobilario) y que actualizarán con una inflación del 3% anual con el fin de no perder poder adquisitivo. Con estas condiciones le gustaría saber la probabilidad de éxito su aventura de “vivir de los mercados” en base a diferentes aportaciones de capital. 

Definimos que nuestra empresa ha sido exitosa si conseguimos mantener el poder adquisitivo de nuestro capital inicial, es decir que cubrimos las subidas de precios (IPC) y conseguimos pagarnos el sueldo X en un periodo determinado. Decimos quenuestra empresa ha sido un fracaso si terminamos por perder todo nuestro capital inicial en un periodo determinado. Para finalizar consideramos que nos ha permitido sobrevivir si aunque no conseguimos cubrir el coste de oportunidad del capital inicial, si conseguimos dejar la cuenta en positivo durante un periodo determinado.
  

La manera de leer la tabla es muy sencilla. Por ejemplo, si seleccionamos la primera columna y la primera fila encontramos que para un capital de 100.000 euros inicial y un suelo anual de 20.000 euros que se actualiza con la inflación nos habríamos quedado sin dinero antes de 20 años en el 65% de las ocasiones (fracaso), en el 33% habríamos acabado con un mayor capital del inicial además del sueldo recibid (éxito), en el 6% de los casos restantes habríamos recibido el sueldo deseado pero estaríamos acabando con nuestro capital inicial.



Otra forma de interpretarlo sería la siguiente. Despejando, si tenemos un sistema tan bueno como el de Warren Buffet y queremos obtener el sueldo bruto medio de España en 2.010 ,21.500 euros, con una probabilidad de éxito superior al 90% deberíamos comenzar con un capital de 185.000 euros. Las relaciones entre variables son sencillas e intuitivas. A mayor sueldo bruto mayor probabilidad de fracaso dejando el capital inicial fijo. A mayor capital mayor capital mayor probabilidad de éxito para dejando el sueldo bruto deseado fijo.

Otra posibilidad en el ejercicio sería recurrir al apalancamiento. Es decir, no tenemos dinero suficiente pero decidimos pedir prestado con el fin de aplicar nuestro sistema y alcanzar nuestro objetivoEn este caso deberíamos saber que nuestra probabilidad de fracaso aumentará de forma exponencial. El gráfico inferior recoge la evolución de la probabilidad de fracaso promedio de nuestro sistema dejando constantes los objetivos y buscando igual el capital inicial con un apalancamiento de 2, 3 y 5 veces.
  

En resumen, lo mejor es ir pasito a pasito, fijarse unos objetivos y un capital realista. Acortar con el apalancamiento le puede dejar fuera de mercado antes de tiempo pese a tener una operativa válida. 
5 cosas que debe saber antes de invertir en la Bolsa
Invertir en la Bolsa es una alternativa de inversión cada vez más renombrada y con mayor acogida en los mercados hispanos, especialmente a comienzos del siglo XXI, cuando hemos experimentado un auge en el aumento de inversiones bursátiles sin precedentes.
Este auge se puede ver claramente en el creciente volumen de operaciones que ser realizan hoy en día, comparado con el volumen de hace 10 años.  Por ejemplo, en el año 2002 en la Bolsa de Valores de Colombia se negociaba diariamente un promedio de USD 561.000 (Dólares Americanos), alcanzando en el último año un promedio de USD 200.000.000.  Esto sin contar que en 2011 se batieron récords en emisiones accionarias por parte de las empresas, en algunos países latinos.
Por lo tanto, si usted está considerando invertir su dinero en la Bolsa, aparte de felicitarlo por su sabia decisión, le aconsejamos considerar primero los siguientes aspectos para que los resultados sean favorables:
Cuenta dentro una Firma Comisionista (Broker).  Lo primero que usted necesita saber es que para invertir en Bolsa, sí o sí, usted tiene que abrir una cuenta a su nombre en un Bróker regulado. Una vez abierta, usted podrá tomar por sí mismo las decisiones de compra/venta ó bien, delegar la Gestión de dicha cuenta a un experto, pero si usted le entrega (transfiere) su dinero a una empresa que no es un Broker regulado (aunque le diga que operará en algún mercado financiero, ya sea divisas, acciones, etc), usted no estará invirtiendo realmente en esos mercados y estará asumiendo un alto riesgo de caer en una estafa.
Olvídese que es dinero fácil y rápido. Aunque pueden existir casos en que hayan subidas fuertes en muy poco tiempo, la inversión en Bolsa es de naturaleza de largo plazo, ya que no se puede vivir de una sola ganancia esporádica, sino de la consistencia a largo plazo.
Las rentabilidades no son fijas.  La única forma de garantizar la rentabilidad es comprar activos de Renta Fija como bonos del gobierno, bonos corporativos, certificados de depósito (CDT´s) pero como verá, la tasa es demasiado baja (por no decir, ínfima) y tendrá que conservar su inversión durante años, hasta el vencimiento del título.  Los demás activos como acciones, divisas, opciones, futuros, etc, son activos de Renta Variable y por lo tanto, es imposible saber con certeza cuánto ganará al final de su inversión.
Es un trabajo para expertos.  Aquí es donde cae el 99% de las personas que no obtienen buenos resultados en Bolsa.  En varios artículos recalcamos que la inversión en Bolsa es una carrera profesional como cualquier otra y por lo tanto, la toma de decisiones debe ser llevada a cabo por profesionales en el tema para tener buenos resultados. Si usted no es un Trader Profesional y tampoco delega la Gestión de su Cuenta a un Trader Profesional, lo más probable es que le suceda lo mismo que a alguien que no es un piloto e intente manejar un avión.  Recuerde, la toma de decisiones no es fácil, y si lo fuera, todo el mundo lo haría y todo el mundo se haría rico en la Bolsa.

Espero que con estas recomendaciones tenga la mejor experiencia en este apasionante mundo de los mercados financieros.
El coste del trading como profesión.
Conseguir beneficios todos los años con independencia de los movimientos del mercado no es ni tan sencillo ni tan gratificante como se suele pensar. 
Lo primero que debe hacer un trader profesional es diseñar una estrategia de trading. Este primer paso es muy laborioso. Para hacer disminuir la varianza que tiene operar en Bolsa tenemos que realizar un gran número de operaciones descorrelacionadas al año. Para ello, al menos una parte de nuestro portfolio de estrategias debe operar en el corto plazo. Diseñar sistemas que funcionen en el intradía o para un plazo de 1 o 2 días es una tarea complicada. Hasta que consigamos elaborar una estrategia con esperanza matemática positiva que opere en el corto plazo pueden pasar varios meses e incluso años. Además, siempre estará presente el riesgo de que una estrategia que funcione en el laboratorio de pruebas no funcione en el mercado real; porque hayamos sobre optimizado el sistema, porque hayamos subestimado los costes de deslizamientos o por alguna otra circunstancia desconocida.
En el caso hipotético de que superemos el primer paso y consigamos desarrollar una estrategia de inversión ganadora (una máquina de hacer dinero como la denominarían algunos) ponerla en práctica no es tan sencillo como parece. Poner en práctica una estrategia de trading es también un proceso muy costoso, sobre todo en dos aspectos: el estrés y el tiempo que le tenemos que dedicar.
Siempre he subestimado el coste de esta parte de la profesión. Sin embargo, incluso cuando operamos con un sistema totalmente automático es aconsejable estar cerca del ordenador para poder subsanar cualquier error informático durante la sesión. Si nuestro campo de trabajo (para poder tener una cartera de sistemas bien diversificada) son los futuros europeos y los americanos, esta sesión va desde las 08:30 hasta las 22:00 de la noche, durante casi todos los días del año (exceptuando sábados y domingos). Es cierto que el trabajo a realizar mientras la estrategia se pone en marcha es más de control que de acción, pero son muchas horas y, en general, mucho estrés al que nuestro cuerpo está sometido. Es muy importante que todos los que aspiráis a ser traders profesionales consideréis este punto, pues una de las ventajas que suelen argumentar los aspirantes a traders es el hecho de gozar de libertad y de no tener jefes. Lo lógico es que un trader profesional acabe siendo esclavo de su trabajo, pues siempre que el mercado esté abierto la estrategia desarrollada debe estar preparada para entrar.
Si superamos las dos primeras dificultades tenemos dos maneras principalmente de ganarnos la vida siendo traders independientes:
La primera opción es gestionar nuestro propio capital. Siendo optimistas, con una buena estrategia operando con un portfolio bien diversificado de futuros podríamos conseguir una rentabilidad media anual neta independientemente de las condiciones de mercado del 20-25%. Probablemente nuestra desviación típica anual con un 95% de probabilidades alcanzaría un retorno anual de (-10%+50%). Para tener un salario anual que recompense nuestro esfuerzo, que yo pondría en un mínimo de 50.000 euros anuales (no olvidemos que de lo ganado hay que pagar un porcentaje del 20% a Hacienda y descontar algunos costes que tendremos relacionados con la operativa, y que en el que caso de que operemos únicamente para nosotros mismos no cotizaremos a la seguridad social ni tendremos una pensión en el futuro), necesitamos partir de un capital inicial de unos 300.000 euros.
La segunda opción es gestionar el capital de terceros. En este caso tenemos dos problemas muy importantes:
El primero es que cobrando por nuestro servicio un precio similar al que se ofrece en la industria de fondos de inversión (2% sobre el capital gestionado más un 15% sobre los beneficios) necesitamos tener bajo gestión un capital que ronde 1.500.000 de euros para tener un salario medio anual de 50.000 euros.
El segundo problema es, aún si cabe, más importante que el primero. En España no es legal gestionar capital de terceros al menos que constituyas una sociedad gestora de carteras.
Tras haber escrito mis argumentos os dejo la siguiente conclusión:
El juego de la bolsa como hobby está genial pero no os recomiendo que hagáis del trading independiente vuestra profesión. 

¿Que es la autocartera?
Es habitual que las empresas cotizadas tengan algo de autocartera. Generalmente no tiene mucha importancia, ya que el objetivo de la autocartera suele ser estabilizar la cotización, hacer frente a algún tipo de pago en especie (acciones de la propia empresa) a directivos y/o empleados, etc. En la mayoría de los casos las variaciones pequeñas en la autocartera de una empresa no son relevantes para un accionista de largo plazo.
Pero cuando una empresa compra sus propias acciones en una bajada fuerte de la cotización hay que tomarlo como una señal positiva para la recuperación de dicha cotización. Sobre todo si la empresa es sólida y tiene una trayectoria de beneficios y dividendos creciente a lo largo del tiempo, y perspectiva de mantener esa trayectoria creciente en el futuro. Por un lado la compra de esas acciones en cantidades relevantes supone una presión al alza para la cotización, ya que se están “retirando” esas acciones de la circulación (al menos teporalmente). Pero lo más importante es que, normalmente, los que mejor conocen el valor de una empresa son sus directivos y si deciden invertir una cantidad significativa de los recursos de la empresa en acciones propias, en lugar de destinarlo al negocio real de la empresa, es que estiman que dichas acciones están claramente baratas en relación a su valor fundamental.
No quiere decir que haya que comprar justo el mismo día que lo hace la empresa, entre otras cosas porque estas compras suelen repartirse a lo largo de varias semanas, a veces incluso meses. Tampoco hay que esperar que los directivos acierten justo con el mínimo de la caída. Simplemente hay que interpretarlo como que en esa zona la cotización está barata (en opinión de los directivos de dicha empresa) pensando en el largo plazo.
No conozco ninguna señal ni sistema de inversión en Bolsa que sea infalible . Se trata de buscar señales que den buenos resultados a largo plazo, y esta es una de ellas. Por supuesto, se puede (y se debe) combinar con otras informaciones y análisis.
Suponiendo que los directivos acierten y al cabo de unos meses o años la cotización haya subido significativamente la empresa tiene 2 alternativas:
1.Vender esas acciones en el mercado: En el momento de venderlas la cotización sufriría una presión a la baja, pero lo normal es que la empresa busque el momento (o momentos) más adecuado para minimizar ese efecto dentro de lo posible. El resultado es un beneficio extraordinario para la empresa por la plusvalía obtenida en la compra y posterior venta de las acciones, lo cual siempre es positivo para el accionista. Las ventas de autocartera no son tan significativas para el inversor de largo plazo como las compras. Pueden suponer un freno para la cotización en el corto plazo (aunque tampoco es seguro que vaya a ser así), pero en circunstancias normales una empresa gana más dinero invirtiendo en su negocio real (abriendo o modernizando fábricas, sucursales, redes comerciales, nuevos negocios, etc.) que comprando y manteniendo indefinidamente sus propias acciones. Por eso es normal que una vez que se corrige la infravaloración extrema se dediquen esos recursos a la actividad normal de la empresa, sin que eso suponga necesariamente que los directivos piensen que la cotización va a sufrir una fuerte caída en el futuro cercano.
2.Amortizar autocartera: En mi opinión es la opción más favorable para el accionista de largo plazo. Supone “hacer desaparecer” esas acciones. El resultado es que la empresa sigue siendo la mismas (tiene los mismos beneficios, fábricas, empleados, inventarios, inmuebles, filiales, etc.) pero hay menos acciones entre las que repartir todos esos activos, por lo que a cada una de las acciones que quedan le corresponde un porcentaje mayor de la empresa. Es como si un día se compra una tarta para repartir entre 8 comensales y al día siguiente se compra la misma tarta pero sólo hay 7 comensales. A cada uno de los 7 comensales del segundo día le corresponde un trozo mayor de tarta del que le correpondió el primer día. Ese aumento del valor de las acciones que quedan tras una “reducción del capital por amortización de autocartera” (nombre de esta operación) es permanente , ya que esas acciones dejan de existir a partir de ese momento y todos los aumentos de beneficios y dividendos que se produzcan a partir de entonces recaerán sobre las acciones que queden tras la reducción. Supone mejorar el beneficio por acción (BPA) y el dividendo por acción (DPA) por encima de lo que habría sucedido sino se hubiera producido la amortización de autocartera.

El trabajo de un Analísta Financiero

Echándole un vistazo a uno de esos "encuentros digitales" con un analista, encontré una respuesta sin desperdicio: Uno de los lectores preguntaba, literalmente, "¿futuro de Gamesa a corto, medio y largo plazo? Gracias", a lo que el analista contesta: "El futuro sólo lo conoce Dios... Siento no poder responder. Gracias a ti".
No voy a añadir mucho hoy a lo que ya comenté en el post sobre lo que son los analistas, pero desde luego quiero subrayar algo que no son: adivinos (aunque muchos lo pretendan). Parece complicado de entender, pero es muy sencillo si conocemos qué trabajo hace un experto en un medio de comunicación. Para ponernos en escena, los medios de comunicación no pagan a los analistas que van a sus programas (excepto casos en los que se trate del "experto de casa", como en algunos periódicos y revistas que tienen analistas propios). Una vez sabiendo esto, que el analista no cobra, es fácil entender algo que ya he comentado en otros post y que no paraba de repetir mi abuelo: "los consejos siempre valen dinero". Una cosa es que nos digan una opinión y otra un consejo. Partiendo de esta base, debemos entender que al analista hará lo que pueda por ayudar, porque le conviene para su "imagen de marca", pero no será igual que cuando trabaja para un cliente. De ningún modo.
Por otro lado no está de más conocer cuál es el trabajo de un analista: consiste en medir cuál será el escenario más probable en el futuro. Pero no el que ocurrirá, esto es imposible de averiguar. Todo aquel “experto” que trabaje de otro modo realiza análisis sin valor, puesto que por muy alta que sea la probabilidad de su escenario, es imposible que nunca sea la que después ocurrirá exactamente.
Un analista, cuando participa en un consultorio en el que le bombardean a preguntas sobre todos los activos, valores y sectores que existen en el mundo, solo puede responder de dos formas: o por lo que ha leído en informes, si tiene una gran memoria, o haciendo técnico rápido y normalmente no muy bien. No existe un solo analista en el mundo profesional que abarque todo, por lo que es imposible que nos responda a todo y bien. Es más, cuando uno responde a un espectador o a un oyente no sabe dos cosas fundamentales: ¿cuál es el perfil del inversor? ¿cuál es el tamaño de su capital? Sin poder responder a estas dos preguntas todo análisis pierde su sentido.
Lo que ocurre es que el trabajo del analista es plantear la probabilidad de todos los escenarios, no adivinar cuál se producirá en el mundo real. Una vez planteado el escenario, el inversor o especulador debe decidir algo que será fundamental en el desarrollo de su vida en bolsa: cuánto dinero del total de su capital va a arriesgar en esa inversión. Money Management, segundo pilar de las inversiones, tan fundamental (o más) que el análisis del valor, sobre todo para aquellos que hacen intradía o swing. O dicho de otra manera: protección del capital.
Porque el dinero es nuestra herramienta de trabajo. ¿Os imagináis un pescador que no cuida su barco? ¿un carnicero que no afila los cuchillos? Pues eso mismo es un trader que no cuida su dinero.